Todavía con
marcas en los cuerpos de la veraniega mañana en Río Esgueva, los atletas del a Escuela,
al igual que las jornadas de lluvia del 26 de abril y 1 de mayo, se portaron,
comportaron y rindieron a muy buen nivel, mucha, muchísima participación, medallas,
muchas especialidades, paciencia, sonrisas y una actitud francamente positiva a
contar como valor. Como comentamos siempre,
en las categorías de infantil, cadete, juvenil donde las marcas y puestos quizá
vayan adquirido una relevancia y un peso importante, la evolución es muy
destacable, aunque siempre los grados de exigencia nos hacen no conformarnos
con lo esa mejora y buscamos más, pero sin perder la filosofía de trabajo:
respeto a la edad biológica y morfológica de los atletas.
En las categorías
que van desde prebenjamín a alevín, disfrutamos como enanos, ya que estos “pequeños”
atletas tienen mucho pundonor, y consiguen marcas y mejoras sorprendentes de una
forma muy fácil. Nosotros muy satisfechos. La jornada fue un poco correcalles
en su parte final, ya que los relevos que no se hicieron el 26, y la premiación,
retrasaron y espesaron la mañana camino de la tarde.
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